Guía de las mejores películas lésbicas dirigidas por mujeres
Extracto de Retrato de una mujer en llamas
Identidad

Guía de las mejores películas lésbicas dirigidas por mujeres

Una selección de piezas audiovisuales donde el amor entre mujeres es plasmado a través de una mirada feminista.

Durante las últimas décadas las producciones cinematográficas, dirigidas por mujeres, han comenzado a visibilizar la diversidad sexual en búsqueda de otras formas de representación desafiando los estereotipos heteropatriarcales. El deseo, el cuestionamiento, la represión y la búsqueda identitaria, son temáticas que, cada vez más, solemos encontrar en las grandes pantallas.

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La representación de la comunidad LGTBQ+ en el audiovisual provoca una discusión que tiene como eje central la manera en la que se construyen los personajes. En este caso, no solo la comunidad lésbica continúa siendo minoritaria a la hora de mostrarse en el cine, sino que pone en debate algunas de las películas que narran historias de vínculos amorosos entre dos mujeres que son dirigidas por varones hetero cis, ya que plasman una serie de fantasías basadas en estereotipos. 

Caroline Sheldon, teórica norteamericana, realizó un ensayo en 1977 llamado “Lesbianas y cine: algunos pensamientos” donde explora la representación de las mujeres lesbianas en el mercado del deseo masculino y expresa la necesidad de un nuevo lenguaje cinematográfico para romper con el patriarcado en una industria dominada por varones. Fuera de estos espacios de legitimidad debemos preguntarnos qué pasa y dónde se encuentra el cine lésbico construido bajo la mirada de una mujer. Mädchen in Uniform (Muchachas en uniforme) dirigida por Leontine Sagan y Carl Froelich, fue considerada la primera película con temática lésbica estrenada en 1931. Este filme basado en la obra teatral de Christa Winsloe cuenta un romance entre una profesora y una alumna en Alemania, siendo una pieza referente.

Aquí seleccionamos una serie de películas lésbicas que fueron dirigidas por mujeres y que proponen un acercamiento a problemáticas que han vivido distintas generaciones en diferentes territorios dentro del ámbito de la ficción.

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Retrato de una mujer en llamas por Céline Sciamma, 2019

La historia transcurre en Francia en 1770. Marianne (Noémie Merlant) es pintora y es contratada para retratar a Héloïse (Adèle Haenel), una joven aristócrata que acaba de dejar el convento y está por contraer matrimonio sin estar del todo convencida. Este retrato de bodas tiene que realizarse sin que Héloïse lo sepa. Al principio Marianne se hace pasar por una simple compañía que observa su imagen y sus movimientos, hasta que Héloïse no solo sospecha sino que comienza a posar para ella, generando entre las dos una tensión que poco a poco las lleva a enamorarse. Esta película retrata el amor de dos mujeres que atraviesan un deseo mutuo a través de un juego de seducción.

Naissance des pieuvres por Céline Sciamma, 2007

Trata la historia de tres adolescentes, Marie (Pauline Acquart), Anne (Louise Blachère) y Floriane (Adèle Haenel). Floriane es la capitana de un equipo de natación sincronizada, Marie siente una gran atracción por ella aunque no sabe cómo evidenciarlo, es tímida e intenta acercarse de una forma silenciosa. Su amiga Anne merodea alrededor buscando la atención de un chico que tiene un romance secreto con Floriane. La trama es un cuadrilátero que convive en un escenario de deseo e inocencia. Junto a la fotografía de Crystel Fournier este retrato adolescente refleja las miradas de dos mujeres jóvenes en plena etapa de desarrollo.

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Elisa y Marcela por Isabel Coixet, 2019

Esta película está basada en la historia real que vivieron Elisa Sánchez Loriga (Natalia de Molina) y Marcela Gracia Ibeas (Greta Fernández) en 1900 en España. Narra el amor entre dos mujeres que viven una relación escondida de la sociedad, hasta que las sospechas comienzan a ser visibles y deciden montar un plan: una de las dos se hace pasar por hombre y se convierte en Mario Sánchez para casarse por iglesia en 1901, convirtiéndose en el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en España. Una historia contada a través de los registros de época, con la mirada delicada de Jennifer Cox en una fotografía en blanco y negro.

Rafiki por Wanuri Kahiu, 2018

Realizada en Nairobi, esta película narra la historia de Kena, una adolescente que vive con su madre y trabaja con su padre quien se encuentra en plena campaña electoral. Un día la protagonista conoce a Ziki hija de un líder político opositor, y a pesar de la rivalidad entre sus familias ellas se enamoran y resisten la violencia de una sociedad opresora. “Me gustaría que pudiéramos ir a algún lugar donde pudiéramos ser reales” dice Kena a Ziki en un diálogo imaginario. Ambas deben decidir cómo afrontar los obstáculos de una comunidad machista y marcada por la religión cristiana. Esta película fue prohibida en su país por tratar un amor lésbico que se posiciona en contra de las leyes homofóbicas de Kenia.

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La belle saison por Catherine Corsini, 2015

Esta película transcurre en Francia en 1971. Delphine (Izïa), hija de campesinos, acostumbrada a vivir fuera de la ciudad, decide mudarse a París para lograr mayor independencia. Una tarde se topa con un grupo de feministas que llaman su atención. “Cómo mujeres, no tenemos pasado. Desde los albores del tiempo, las mujeres han sido un continente oscuro. Levantaos, mujeres esclavizadas, rompamos nuestras cadenas, levantaos”, canta el movimiento. Allí conoce a Carole (Cécile de France), una mujer mayor que está de novia con un hombre. Si bien Delphine es más reservada ella le confianza su orientación sexual y ambas comienzan un romance que transcurre entre la ciudad y el campo, a escondidas de los padres de Delphine. La película destaca los desencuentros entre ambas realidades, las diferencias entre los paisajes, sus costumbres y los riesgos que deben tomar. 

Pariah por Dee Rees, 2011

Relata la historia de Alike (Adepero Oduye) una joven afroamericana que se muestra incómoda dentro de su hogar por su orientación sexual. Ella cambia su apariencia cada vez que sale a la calle y tiene fuertes enfrentamientos con su madre, Audrey (Kim Wayans), quien reprime su manera de vestir y sus amistades. Un día su madre le presenta a Bina (Aasha Davis) una adolescente que frecuenta la misma iglesia con la intención de “orientarla”. Pero al poco tiempo Alike comienza a enamorarse de Bina. La película reflexiona sobre la búsqueda de la identidad y las complejidades de los vínculos familiares.


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